La edición de la presente Romería 2011 ha sido muy emotiva y gratificante para todos las personas que han participado de ella de un modo u otro.Para comenzar, no podía ser de otro manera que con la tradicional Misa de Romeros, esta vez amenizada por los cantos de un grupo de hermanos que se ofrecieron a la hermandad para ello, y que hizo de la misa una maravillosa plegaria cantada a la Virgen, finalizando con nuestra Salve.
El sábado 30 de Abril por la mañana nos encaminamos hacia la Basílica y Real Santuario en una mañana con abundante lluvia. Sobre las 6 de la tarde, nos presentamos ante Ella, emociones contenidas hasta el momento nos brotaron de dentro, le pregonamos, le rezamos, le tocamos y bailamos sevillanas, le tocamos palmas, le gritamos Vivas y Ella nos recibió, nos acogió a sus piés y nos llenó de Ella.
La cena de esa noche estuvo dedicada a la Feria de Sevilla, con lo que los asistentes se vistieron con la elegancia que correspondía para ello, destacando la belleza y saber vestir de las mujeres romeras de nuestra Casa. No nos faltó de ná, mariscos, chacina, pescaíto frito, manzanilla, cava, pastelitos, ......
La Virgen nos tenía guardada una sorpresa, este año las autoridades habían suprimido la afluencia masiva de gente a la plaza delante de nuestra casa para beber, y la sustituyeron por el rezo del Santo Rosario comenzando por la plaza y recorriendo las calles de las Casas de Hermandad. La grata sorpresa fue el comunicarnos que las tres primeras estaciones del Santo Rosario las querían rezar desde nuestros balcones de la Casa. Parece que la Virgen nos agradecía tantas horas de trabajo de este año en la Casa de Hermandad, tanto para las reparaciones interiores, como para la fachada, y además este año queríamos dar una sorpresa a los Hermanos y decorar los balcones a la sevillana forma, con colgaduras granate, centros de flores colgando y tulipas con velas a los lados del azulejo de nuestra medalla; también estrenamos una banderola con las fotos de las imágenes de la Virgen del Santuario y la de Sevilla, y el escudo de la Hermandad . Fue un momento de recogimiento mágico, solamente ensombrecido por la lluvia. Esperemos que este momento se repita durante muchos años.
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