lunes, 10 de septiembre de 2012

CARTA DEL HERMANO MAYOR A TODOS LOS HERMANOS Y HERMANAS DE ESTA REAL COFRADÍA

Queridos Hermanos/as nos acercamos a unas fechas en nuestra Hermandad en las que rendiremos los cultos más importantes: triduo, procesión y Función Prinicipal a nuestra Santísima Virgen de la Cabeza; es por eso que os invito como preparación a que leáis la carta, que también aparecerá en el Boletín de la Hermandad, y también como reflexión sobre lo que realmente quiere de nosotros el Señor y su Bendita Madre y que esta Junta de Gobierno que me digno presidir va a poner todo su empeño en conseguir en la medida de sus posibilidades y de vuestra entrega.
Deciros tambien que a partir de mañana desde las 20,00 hasta las 22,30 aproximadamente estaremos en la Hermandad preparando, limpiando y adecentando los enseres que son necesarios para el mayor esplendor en la salida de nuestra Bendita Imagen Titular; es por eso que ruego y pido a todos/as que queráis colaborar que todas las manos son pocas y que os esperamos, cada uno dentro de sus posibilidades. La Hermandad somos todos y de eso depende nuestro futuro.
A continuación como decía os transcribo la carta que os llegará en el boletín porque creo que este es otro medio muy válido para todos, incluso para los devotos, cofrades y hermanos que se mueven en estas nuevas tecnologías y no están tan cercanos a nosotros en el discurrir diario de la Hermandad.

Salió un sembrador a sembrar.
Parte de la semilla cayó al borde del
camino y la comieron los pájaros.
Otra parte cayó entre piedras y brotó enseguida;
pero, como había poca tierra, no echo raíz y la planta se secó.
Otra parte cayó entre cardos y estos ahogaron la planta.
Finalmente, otra parte cayó en tierra buena y dio fruto abundante.
(Parábola del sembrador)

Estimado/a Hermano/a en Cristo y María Santísima de la Cabeza:
            Un año más nos disponemos a organizar actos y cultos dirigidos a engrandecer la devoción y veneración de la Santísima Virgen de la Cabeza en la ciudad de Sevilla. Ha sido este un curso cofrade lleno de buenos y de no tan buenos momentos, pero de todos hemos aprendido algo que nos servirá para profundizar nuestros lazos fraternales. Buenos momentos reflejados en el trabajo arduo y constante de un numeroso grupo de hermanos y hermanas; otros no tan buenos por la desaparición de algunos de los nuestros y sobre todo por las situaciones de necesidad que también han afectado a hermanos muy cercanos a cada uno de nosotros. Deciros que me siento orgulloso de representar a esta Hermandad por las muestras de caridad y solidaridad que ha demostrado a través de la Bolsa de Caridad, colaboración con Cáritas Parroquial y con otras personas e instituciones que nos han solicitado ayuda. Nuestra misión fundamental como IGLESIA QUE SOMOS es estar allí donde el prójimo nos necesite.
            He querido comenzar este artículo con esta maravillosa parábola del sembrador que nos presentaba nuestro Señor Jesús para evitarnos el desánimo ante las adversidades. Por muchas dificultades que encontremos en el camino como la semilla del sembrador siempre encontraremos tierra buena donde el mensaje del Señor tendrá acogida y arraigará por y para siempre. Hermanos tenemos que ser esa tierra fértil que Jesús quiere de nosotros, y por eso debemos poner todo nuestro empeño para que aquellas semillas que cayeron en el camino, entre piedras y entre cardos que las anularon y secaron poder recuperarlas con nuestras acciones, con nuestra tolerancia, con nuestro hacer cristiano. Nuestro Señor Jesús y la Santísima Virgen de la Cabeza no desean que estemos aquí como meros representantes de traje, medalla y vara, lo que realmente quieren es que seamos capaces de ser cada día un poco más tierra fértil donde su mensaje de AMOR y ayuda a los demás sea lo más importante y dé el fruto deseado. Si queremos que la semilla dé el fruto más abundante hay que poner en práctica todos los consejos que Él mismo nos ha dado. Por lo tanto tenemos que acogerla todos los días e irla cuidando hasta que dé su fruto; así estaremos más cercanos a la felicidad y a lo que debe ser una HERMANDAD.
También comentar que a pesar de estar en una situación tan complicada “la crisis” la Hermandad ha seguido aumentando su nómina de nuevos hermanos, aunque tengo que decir que un nutrido grupo de ellos están devolviendo, por primera vez, sus cuotas; situación que entendemos y lamentamos. Desde aquí les hacemos un llamamiento para ponerse en contacto con el Mayordomo o Hermano Mayor para solventar de la forma más adecuada la situación. Lo último que deseamos es una baja de hermano por razones económicas.
Como decía al comienzo de esta carta hemos tenido buenos momentos y tengo que agradecer desde aquí a algunas personas que nos han ayudado para que ello haya sido posible. En primer lugar, a Don Jesús Maya nuestro Director Espiritual, cuanto bien nos está usted haciendo, cómo nos está transmitiendo, con su estilo tranquilo, sosegado y humilde el entender qué es una verdadera hermandad y cuál es su misión en la Iglesia. Cada uno de sus consejos y palabras, muchas veces de pasada y a la ligera, me llenan de verdadero orgullo y aprendizaje humano y cristiano. A Andrés Martín, nuestro Delegado de Gloria, gracias por introducirme en este mundo tan especial como es el cofrade sevillano y sobre todo por haber comenzado a darle, junto a la Junta Superior y demás Delegados de Gloria, a esta Real Cofradía de la Virgen de la Cabeza el lugar que creo que se merecía. En cuanto a la Cofradía Matriz de Andújar ha sido una año lleno de buenas relaciones, aunque también de algún pequeño malentendido, que están originando una fraternidad cada día más intensa entre ambas; José María, querido Presidente, que la Virgen te ayude en tu salud y en cada una de tus decisiones y actuaciones pero no olvides que Sevilla siempre estará a vuestro lado, y muy especialmente al tuyo, si así lo queréis. Y de la Hermandad de la Amargura qué puedo decir, sabemos de las incomodidades que os creamos, pero todo ha sido resuelto con el mayor de los respetos y con una acción positiva en cada una de las situaciones que se han presentado; José Luis, amigo y hermano, sigue con el ejemplo que das cada día ya que ese será el mejor modo de hacer ver que la semilla del Señor ha caído en tierra fértil no solo como germen en tú Hermandad sino también en la nuestra. Cómo concluir este apartado sin acordarme de nuestro querido, admirado y respetado Padre Rafael; cuando hay que decir algo sobre una persona a la cual se la quiere y admira tanto todo se hace más difícil, y este es su caso; es usted un hombre de Iglesia, cercano, capaz de hacernos sentir junto a la Virgen de la Cabeza sensaciones inesperadas pero a la vez trascendentes, nos ha sabido impregnar del verdadero AMOR A MARÍA; ha sido un regalo de Dios para nuestra Hermandad, por todo ello ¡mil veces gracias! Podría seguir enumerando a cada una de las personas que han servido de apoyo a este humilde Hermano Mayor en este corto, pero intenso periodo de tiempo que la Santísima Virgen de la Cabeza me ha regalado. Como bien es sabido la torpeza humana provocará que siempre me olvide de alguien, aún así correré el riesgo al mencionar a toda mi Junta de Gobierno y sus familias, a mi familia en general y a mi querida Manuela, en especial; a miembros de otras hermandades; a ese nutrido grupo de hermanos que desde la sombra siempre ha tenido una palabra de ánimo y aliento; a los pregoneros de estos últimos años y como no a mi entrañable Francis, ¡cuánto he aprendido con vuestras enseñanzas con vuestros consejos! Todos hacéis que la buena semilla del Señor arraigue un poco más en nuestra Casa.     
¡Ya era hora, después de setenta y dos años juntos estáis aquí!, con estas palabras le daba la bienvenida a la Hermandad de la Amargura en nuestra Casa de Hermandad del Santuario. Nos reunimos para una convivencia en la Basílica de la Santísima Virgen de la Cabeza, una convivencia que tuvo momentos muy intensos como la Eucaristía, la visita al Museo Mariano, el recogimiento del Camarín de la Virgen, la piedra de la Aparición, la gruta de los exvotos y como no la comida de hermandad. Fueron actos llenos de sentimientos compartidos y que esperamos sirvan para unir, más aún si cabe, a nuestras Hermandades.
Con mi más fraternal saludo, vuestro hermano en Cristo y María Santísima de la Cabeza.

¡¡¡VIVA LA VIRGEN DE LA CABEZA!!!
            Juan Herrera García
                                                                                                                                  Hermano Mayor

No hay comentarios: